¿Juegos de mesa abiertos?
Hace poco hablamos de juegos de mesa, y aunque ahora mismo no es un tema, digamoslo así, en mi target más inmediato (doctores tiene la iglesia), sí que ha vuelto a caer en el radio de acción de otro tema de mi interés, lo que yo llamo la cultura libre*, a través de este comentario de Raph Koster: Open Source Board Gaming que apunta a éste otro: Call for Open Source Board Gaming.
Resumiendo la tesis de ambos, las patentes de métodos de juego en los juegos de mesa, que están empezando a surgir al abrigo de este emergente mercado (es decir de la pasta que generan), hacen peligrar que en un futuro no muy lejano no se pudiera practicamente ni diseñar el parchís so pena de violar tropocientas patentes que hicieran caer a los abogados cuan plaga de langostas sobre el incosciente perpetrador de tal abominación.
En este estado de cosas, la propuesta en cuestión de juegos de mesa "de código abierto" se dirige más hacia el propósito de crear lo que se llama arte previo (por poner un ejemplo, emplear unos dados y unas cartas, o un sistema de pujas en un juego) con los que defenderse de una denuncia por violación de patentes que al objetivo real de hacer juegos abiertos. Es decir, la idea es más bien recopilar métodos "clásicos y conocidos" y ponerlos en una especie de dominio público, que lo que se entiendo habitualmente por open source. La idea del OS, por si aún queda algún despistado, podríamos resumirla como "no reinventar la rueda" y también como (parafraseando a Newton) "subirse sobre los hombros de los gigantes que nos han precedido". Que traducido a la iniciativa que nos ocupa, significaría diseñar juegos con licencias que permitieran ampliarlos, modificarlos, extraer partes de ellos y mezclarlas con otros de igual naturaleza. En definitiva, no acotar la creatividad con barreras artificiales.
Naturalmente, "una idea fantástica", pensaremos muchos (eso espero). Pero... sólo si alguno (o algunos) se dedican a arrojar guijarros por la pendiente que puedan a la larga provocar el efecto "bola de nieve". Y amigos, cuando hay que pringarse de verdad, todos sabemos que no abundan los volutarios...
Por eso me sorprendió encontrarme con una iniciativa bastante cercana a nuestras coordenadas espacio-culturales que, aunque no pueden considerarse --aun-- "abierta" (ya que falla en lo fundamental, permitir la obra derivada), sí que empieza a aproximarse a esa forma de pensar. Son tres juegos de mesa, dos de ellos con licencias Creative Commons, y un tercero con una licencia desconocida para mí (¿dominio público de Piecepack?). Investigando un poco ésta última, resulta que piecepack aspira a ser un estándar (en el dominio público) en el mundo de las piezas para juegos de mesa, piezas que adaptar para multitud de sistemas de juego. Y para ello, tienen una lista de 136 juegos hechos bajo esta licencia (que, básicamente, es equivalente a la CC-no comercial-no derivados).
Algo es algo**, y "a caballo regalado no le mires el dentado" me diréis. Sí, bueno, pero me hubiera gustado que fuera algo más del estilo, por ejemplo, de lo que está haciendo trukulo en el campo de los juegos de rol con su RyF. La claúsula compartir igual de la CC es lo que permitiría que, en un hipotético futuro, alguien se subiera sobre los hombros de trukulo*** para hacer un sistema de juego aun mejor.
No me diréis que esta entrada no es una obra de ingeniería bitacoril. He conseguido aglutinar varios enlaces y/o ideas dispersas por ahí ¡e incluso ha quedado medianamente coherente! Va, que ahora mismito me pongo otra medalla. }:-)
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* Y no admito que os pongáis tiquismiquis, que cada uno la llame como crea más adecuado mientras todos nos entendamos.
** dijo un calvo que se encontró un peine sin púas.
*** te jodes y te estás quieto, truku :-P