jueves, junio 22, 2006

Wikipolémica

Estando como estamos en plena polémica, está de moda hablar de la Wikipedia. Por suerte, en esta bitácora nos adelantamos a los acontecimientos:

Incluso tengo otro largo comentario al respecto en Libertonia de la misma época.

¿Que qué quiero decir con esto? Aparte de tirarme el pisto :-P, que no hay nada nuevo bajo el sol. Que este proceso viene ocurriendo desde hace tiempo (si leéis el primero de los enlaces tiene plena vigencia ¡y tiene más de año y medio!) sin que haya creado polémica alguna, y ahora, de repente ¡salta el escándalo!

Me extrañó ese especie de ¡a las barricadas! que fue l ¡Que nos borran a Pjorge!, pero no le dí mucha importancia (no más que soltar una pequeña sorna). Di por hecho que entre gente civilizada se llegaría a una feliz conclusión. Pero que lejos de arreglarse, un mes después me encuentro que el asunto no sólo colea, sino que es como una bola de nieve que va adquiriendo proporciones más gigantescas.

Me gustaría hacer un llamamiento a la calma, y a tratar los conflictos con la seriedad que se requieren. La gestión de un proyecto como la WP no es un asunto trivial (como algunos quieren hacer creer) y en la Wikipedia en español no contamos con un Jimbo Wales o un Linus Torvalds que haga el "trabajo sucio" cuando las cosas pintan mal. Así que toca el camino difícil de sentarnos todos y ponernos a pensar en soluciones, no en la manera de querer tener la razón a toda costa. En ese objetivo y no en otro, pondré mi empeño. De momento, estas son mis intervenciones:
  • La relevancia en tiempos de abundancia en la bitácora de fernand0. En esos comentarios intento mostrar que el asunto es lo suficientemente complejo como para que las soluciones sencillas no sean las más adecuadas. También intento desmontar brevemente el mito de la "abundancia" (pero hay que ampliarlo).
  • Matar la Wikipedia, en el blog de Psicobyte. Ahí hablamos del asunto de la relevancia y también de la percepción "dentro-fuera" que hace falta romper.
  • También tengo un pequeño comentario en meneo del artículo anterior, acerca de los problemas de los sistemas de votaciones.
Seguiremos con el asunto. Si el tiempo lo permite.

sábado, junio 17, 2006

Leido: Azogue

Tres años después de su publicación original, Azogue ('Quicksilver'), o mejor dicho, los tres libros que la componen (formato de su edición en español) por fin fueron "desapilados".

No voy a hacer un comentario profundo, puesto que a quien le interese seguramente ya lo(s) habrá leído hace tiempo. Simplemente decir que me encantó la primera parte (que corresponde al primer volumen), especialmente lo relacionado con la Royal Society y el nacimiento de la ciencia. Sin embargo, la segunda parte ("El rey de los vagabundos") y tercera parte ('Odalisca') me han decepcionado un poco. Y eso que por una vez Stephenson ha sido capaz de escribir un final "redondo", cosa que se le ha criticado (le hemos criticado) en novelas anteriores. ¿Será porque este final "redondo" es un auténtico "Continuará"?

Aunque la historia del vagabundo Jack Shaftoe y la odalisca Eliza comienza con fuerza en su recorrido por Europa, hay un momento se difumina el hilo conductor de la historia. Stephenson mueve a sus personajes por el mapa como si fueran peones en un tablero de ajedrez, de forma que siempre haya alguno que sea testigo de los diversos escenarios y personajes. Pero claro, esta decisión "resiente" la historia y motivaciones de los propios personajes. Aunque intenta justificar los diversos movimientos y devaneos, la verdad es que algunas cosas quedan traídas por los pelos. Tampoco contribuye a ello que en "Odalisca" se abuse del género epistolar (y ya la historia del diario secreto del viaje ni hablamos, me parece simplemente descabellado contarlo así).

Azogue termina con la Revolución Gloriosa de 1689, pero comienza con un flashback: los recuerdos de un Daniel Waterhouse ya anciano que debe regresar en 1713 de Massachusetts a Londres (por cierto, esa trama solo aparece en la primera parte; es de suponer que Stephenson la retomará en algún momento). Sólo con echar un vistazo a las sinopsis de los siguientes libros del Ciclo Bárroco es suficiente para hacerse una idea de que esto no ha hecho más que empezar, y que tenemos Daniel Waterhouse, hermanos Shaftoe y Eliza para rato. Porque esa es otra: el llamado Ciclo Bárroco en realidad no es una trilogía, sino una novela de más de 3000 páginas publicada en 3 partes ('Azogue', 'La confusión' y 'El sistema del mundo'). Si ha esto le sumamos la partición de la edición en español, la esquizofrenia de libros, tomos y partes está servida.