martes, mayo 24, 2011

Mis propuestas para una reforma de la ley electoral

Como estoy aburrido de tanto debate estéril, y creo que una reforma electoral hay que moverla YA, o no se podrá hacer nada hasta dentro de años, voy directamente al grano.

El principio fundamental que se debe guardar es el de representatividad. Los ciudadanos tienen que sentirse representados por sus votos, tienen que sentir que sus votos sirven para algo. Esta idea es irrenunciable, y si no se cumple, nuestro sistema político seguirá desligitimándose más y más a ojos de los ciudadanos, hasta que terminemos metidos en algún sistema populista bananero. Para conseguir este objetivo, propongo:

  • Darle al voto blanco sentido de voto de castigo a la clase política en general. Los ciudadanos tienen que tener una herramienta electoral con la que patalear y a la vez dejar claro su descontento. Los votos en blanco se computarían para dejar asientos (escaños, concejales, procuradores, etc) vacíos. Sería hacer lo mismo que aboga Ciudadanos en Blanco, pero que funcione por defecto en toda elección sin necesidad de organizar listas electorales ni publicitarlas, etc. Además, en todas las votaciones que se hicieran, sus votos se harían constar como abstenciones (llamadlo simbolismo, pero me parece necesario que conste).
  • Umbral de voto válido: o se elimina totalmente , en caso de querer conservarlo, se determina mediante una fórmula dependiente del número de puestos a elegir —no un % fijo como ahora— de forma que entre todo el que pueda conseguir al menos un puesto. Por ejemplo, si hay 50 escaños en total, el umbral es del 2% (incluido). Si son 25 escaños, un 4% y si son 100 escaños un 1%. Con el actual corte del 5% hay partidos a los que les corresponde por derecho puestos que el porcentaje de corte les roba en favor de los partidos mayoritarios. Eso es intolerable. Normal que la gente se cabree con un sistema en el que sus votos terminan en partidos contrarios.
  • Votos a los partidos minoritarios: los partidos minoritarios son los que se quedan sin puestos porque no tienen votos suficientes para conseguir ni uno. Pero sumados todos los votos de los partidos minoritarios, puede suceder que sí les toque uno o varios puestos. En vez de, como pasa en el actual sistema, los mayoritarios se apropien por toda la cara de todos esos votos, lo que hay que hacer es repartir los puestos que corresponderían a la suma de todos esos votos entre los partidos minoritarios. ¿Cómo? Se pueden pensar varias formas, pero un sistema D'Hont entre esos partidos minoritarios no es una mala opción: de esa forma, los partidos "mayoritarios" entre los minoritarios son los que se quedan con ese (o esos, aunque dado que ni siquiera pasaron el corte, es difícil que sean más de 1, 2 o 3) puestos, lo que hace que incluso la diferencia de votos entre los partidos minoritarios pueda ser decisiva, y en definitiva, que el ciudadano sienta que su voto es valioso.
  • ¿Qué hacer con el voto nulo? Si los puntos anteriores funcionan, y el ciudadano se siente representado, ya sea a través de su voto a partido grande o pequeño o  su voto en blanco, es de suponer que el volo nulo será bajísimo, y sólo debido a errores técnicos a la hora de votar, y por lo tanto insignificante. Simplemente, que se contabilice pero no se tenga en cuenta para el umbral —si lo hubiera—, de forma que no pueda distorsionar nada.
Los anteriores puntos me parecen esenciales y espero que la amplia mayoría que lea esto coincida conmigo. Ahora algunos puntos con el ánimo de discutirlos (no tenéis porqué estar de acuerdo):
  • Circunscripción única para Elecciones Generales (al menos al Congreso de los Diputados). La "compensación territorial" o se hace en el Senado, o se considera que ya tenemos una capa (parlamentos autonómicos) que se encargan de la representación por territorios.
  • Circunscripción única europea para las Elecciones Europeas. Si somos europeos, somos europeos para todo (y yo quiero votar al partido pirata sueco :-P).
  • Listas abiertas: bien como prinicipio, pero hay que ver como se implementa.
  • Y una reclamación final un poco chorra, pero para que veáis como funciona el sistema actual: para Elecciones locales, permitir listas de independientes pero sin que estén adscritos a una lista electoral (es decir, a un partido). Eso va por todos esos alcaldes y concejales de pueblos pequeños que en realidad no son de ningún partido, que van de independientes en las listas, pero que al final figuran como que son de alguno de los —dos— grandes partidos. Es un puñado de concejales y votos, pero es nuevamente es un puñado de concejales y votos que los dos grandes partidos de éste pais instrumentalizan como si fueran propios, cuando en realidad se están votando independientes, es decir, personas concretas, y no partidos o ideologías. Que vaya morro que tenéis, PPSOE.