domingo, octubre 09, 2011

De la enseñanza pública al aprendizaje procomún

[Está] Más que demostrado que no se puede dejar algo tan importante como la educación de generaciones presentes y futuras en manos de políticos.
(Sí, ya no tengo vergüenza ni para autocitarme tuits)

Houston, tenemos un problema con la educación. Mejor dicho, tenemos al menos cuatro:
  • Enseñanza diseñada y a medida de los intereses de los gobernantes.
  • Enseñanza meramente "utilitarista": estudiar "para tener un puesto de trabajo".
  • Enseñanza pasiva ("que me enseñen").
  • Enseñanza sólo contempla unos pocos años de la vida. El resto no existe.
En contraposición, la compleja sociedad actual requiere de una educación:
  • No sesgada, crítica (reconocer los diferentes puntos de vista y tratarlos como tal) y creativa (soluciones a los problemas nuevas, desde puntos de vista no tomados en consideración hasta ahora).
  • Multidisciplinar (no se puede limitar a enseñar para ser un engranaje más de la cadena, sino para ser una parte útil de una sociedad)
  • Aprendijaze activo ("quiero aprender") = motivante
  • El aprendizaje se extiende a lo largo de toda la vida, no se reduce a una etapa de ella.

Respecto al primer punto, no se puede aspirar a una sociedad en la que los ciudadanos se corresponsabilicen de la toma de decisiones (open goverment) o fiscalicen su funcionamiento (open data) si no se tiene una formación que nos permita no sólo usar estas herramientas, sino ser realmente útiles con ellas.

Respecto al segundo punto, hay que acabar con la mentalidad "estudiar para lograr un puesto de trabajo", como si la vida fuera una especie de concurso-oposición que, en cuanto lo sacamos, ya no nos preocupamos más. Ahora la sociedad cambia rápidamente, y los conocimientos necesarios en cada momento, también. Lo que hacen falta son las aptitudes necesarias para adaptarse a estos cambios.

En cuanto a la visión utilitarista: citaré como ejemplo un artículo reciente titulado  ¿Por qué se van los ingenieros?. Aunque hable de ingenieros, es extrapolable a cualquier formación especializada. Los resaltados que siguen son míos:
Y para los que digan que es una fuga de capital humano, económico, etc. de España, pues así es. Pero que no se preocupen mucho, que esto se acabará, las reformas educativas van en ese sentido, la fama del ingeniero español se agotará. Y es que, mi generación, la más formada de las que ha habido, se ha enfrentado con la realidad de un país atrasado incapaz de absorberlos y aprovechar la inversión realizada en ellos. Por lo tanto, como debía ser que el sistema educativo no era bueno, ya que no se precisa gente formada, las siguientes reformas han aumentado el fracaso escolar produciendo la masa que, bien entrenada en tareas simples hará las delicias del empresario aquél que sabía tanto y al que el ingeniero joven molestaba con sus preguntas y observaciones.
Pero todo esto es lógico: se intentó modernizar un país a base de libro porque es lo más barato, el plan fracasó y quedó una generación inservible para trabajar en el tajo, así que se abandona la vía de la excelencia académica y se utiliza mano de obra foránea para proseguir las tareas habituales del país.
Si la educación se ve como algo utilitarista, es normal que se llegue a esta conclusión. ¿Para qué gastar dinero en formar a alguien en algo que no va necesitar para realizar su trabajo? El razonamiento es impecable... en tanto en cuanto se reduce la educación a una mera formación laboral, no a una formación personal íntegra. Si extendemos los fines de la educación a una formación lo más completa posible del ciudadano que tiene que ser parte activa y decisoria de una sociedad, entonces ofrecer la mayor calidad posible es un objetivo irrenunciable, independientemente de si esa cualificación es necesaria en un puesto laboral concreto o no.

Enseñanza vs aprendizaje. ¿Hasta que punto se puede obligar a alguien a aprender y hasta que punto es eso efectivo? En cambio, cuando estamos motivados para aprender algo, no sólo nos esforzamos más, sino que la recompensa es mayor. Aprender no debe ser una obligación pero tampoco un privilegio, sino una necesidad que parte de nosotros mismos. La educación debe ser la fuente en la que podamos saciar esa necesidad.

Finalmente, todos los días estamos aprendiendo. Leyendo artículos, saltando por enlaces para llegar a otros, o buscando directamente en el buscador de turno. Nos pasamos una buena parte del tiempo en Internet buscando, leyendo... y aprendiendo. Aunque no nos demos cuenta. Por otro lado, el aprendizaje es práctica. Incluso cuando estoy escribiendo esta entrada, estoy practicando una serie de habilidades como la transmisión de ideas, el razonamiento, etc, porque las necesito para ello. Y cuanto más practique (y por lo tanto, más aprenda), más satisfecho estoy de los resultados logrados (y todo ello, sin tener a nadie con un látigo obligándote a "hacer redacciones").

Con todas estas ideas en la cabeza, con el término "aprendizaje procomún" me estoy refiriendo entonces a la "oferta" en forma de procomún de los "materiales" y las "herramientas" que nos permitan aprender sobre cualquier disciplina en la que en un momento dado estemos interesados (o estemos necesitados de). Concretamente, va más allá de tener libros de texto para los escolares en procomún o incluso va más allá de tener una enciclopedia como Wikipedia (aunque innegablemente es un pilar de ello), y se sumerge en la necesidad de una cultura global de compartir el conocimiento. Algo en lo cual, hoy en día, sólo estamos dando los primeros pasos.

domingo, octubre 02, 2011

Caída y auge de proyectos abiertos

Me gustaría entresacar un fragmento de una reciente entrevista a Linus Torvalds, hablando sobre la gestión de proyectos de software libre:

“The first thing is thinking that you can throw things out there and ask people to help. That's not how it works. You make it public, and then you assume that you'll have to do all the work, and ask people to come up with suggestions of what you should do, not what they should do. Maybe they'll start helping eventually, but you should start off with the assumption that you're going to be the one maintaining it and ready to do all the work.”
“If you start off with some ‘kumba-ya feeling’ where you think people from all the world are going to come together to make a better world by working together on your project, you probably won't be going very far.”
Linus habla específicamente de proyectos de software (libre), pero yo lo extendería a todo tipo de proyectos abiertos de vocación/participación colectiva.

Por ejemplo, me trae a la memoria el proyecto Dot-P2P de DNS descentralizado y peer-to-peer del que hablamos por aquí hace menos de un año. Nació en diciembre, y consultando fechas de los históricos para febrero podríamos darlo por muerto. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Acaso se han solucionado los problemas de posible censura de dominios que fueron la causa de su origen? Que yo sepa, no. No es más que otro ejemplo de los muchos proyectos que no sobreviven a la etapa de entusiasmo inicial porque no llegan a cristalizar.

Se pueden dar múltiples razones del fracaso de ésta y otras iniciativas similares: falta de objetivos claros, falta de liderazgo (tanto en el sentido de gente que tome decisiones que hagan avanzar el proyecto como de gente comprometida a arremangarse y dedicarle horas), debates interminables por intentar contentar a todo el mundo y que acaban cansando a todos, ... El entusiasmo inicial se convierte rápidamente en decepción, y éste en abandono.


Otra trampa en la que se cae es en una especie de efecto meta: se tiene una idea, y lo primero que se hace es "vamos a montar un blog, un wiki, una lista de correo, un grupo en Facebook, una cuenta en Twitter, ..." etcétera, ectétera. El proyecto se transforma en montar y organizar las herramientas del proyecto.

Entendedme: no estoy diciendo que no haga falta ninguna herramienta (alguna tiene que haber...). Es cuando las cosas se llevan al extremo opuesto. Se tiene una idea, y se gasta un montón de tiempo en crear una infraestructura no porque se perciba que se necesite, sino porque (gracias al creciente número de herramientas disponibles) uno se lo puede permitir, en vez de guiarse por estrictos criterios de necesidad.


Esta conducta probablemente tenga mucho que ver con que, mientras se montan y mantienen las herramientas, se tiene la sensación de que el proyecto avanza hacia algún lado y se está trabajando en ello, aunque en realidad no sea así. Pero montar la infraestructura suele ser a día de hoy más sencillo que trabajar en el problema, y sobre todo una buena distracción para no tener que afrontar las discusiones y la toma de decisiones, sobre todo cuando éstas crean disensión.

Esto también se observa en que hay una fuerte tendencia a crear servicios propios en vez de reutilizar servicios de terceros. Pongo un ejemplo hipotético: imaginemos que quieres lanzar un proyecto para escribir libros de texto de educación secundaria de contenido libre mediante tecnologías wiki. Sí, se puede registrar un dominio propio, instalar un servidor de listas de correo para coordinar los distintos libros, un blog para dar las noticias, y mediawikis para el trabajo en sí. O se puede usar wikilibros (con todo el respaldo de la Wikimedia Foundation) como base y empezar a trabajo desde ya, y más adelante, si se ve que éste se nos queda corto, optar por la primera opción. ¿Cuál creéis que de las dos opciones es la más comunmente adoptada?

También hay una fuerte tendencia a empezar de cero y no aprovecharse del trabajo previo. ¡Demonios! si esa es la principal motivación de un proyecto abierto: que eres libre de usarlo por tu cuenta. En cierta manera, no es más que una variante del síndrome Not-Invented-Here, pero aplicado a  los creadores de proyectos abiertos en vez de a las empresas. El problema es que, a diferencia de la cultura empresarial, en los proyectos abiertos no sólo no existen razones para actuar así, sino que la propia naturaleza de hacer el proyecto abierto es por aprovecharse de las ventajas inherentes a esa "apertura".

Una de las características identitarias de los proyectos abiertos es precisamente la capacidad para hacer fork del mismo. Es decir, la capacidad para escindirse del mismo y tomar otra ruta distinta —ya sea porque los creadores de la excisión creen que ellos tienen una ruta más corta a la solución al problema, ya sea porque piensen que el problema a solucionar es distinto al del grupo original. Pues retomar un proyecto anterior —en vez de crear uno nuevo de cero— no es ni más ni menos que usar la posibilidad de fork, aunque en este caso no tendremos 2 ramas del mismo porque la original está extinguida. Pero el concepto es el mismo.

En los genes del fork además se lleva una característica muy importante: el revelo "generacional" de proyectos. Estoy cansado de ver proyectos muertos o agonizantes simplemente porque no ha habido nadie que haya tomado el testigo, una vez que los impulsores iniciales se han cansado o han partido hacia otros lugares. Los forks en este escenario son la posibilidad por parte de nueva gente de retomar el proyecto y volverlo a echar a andar, incluso de darle una nueva orientación más acorde con los tiempos. Aprovechándose además de todo lo hecho ("construyendo sobre hombres de gigantes") en vez de intentar reinventar de nuevo la rueda. Sin embargo, esta situación "idílica" que planteo, en el mundo real de los proyectos abiertos suele ser la excepción, y no la regla.


Proyectos como Wikipedia o Linux han conseguido aprovecharse de estas características y triunfar, pero eso no significa que no estén reinventándose y renovándose a sí mismos todos los días. En los proyectos abiertos, pese a todo lo que he escrito hasta este punto, no hay recetas mágicas, y realmente tiene más que ver con la "gestión" de personas que con otra cosas: con la capacidad de atraer y entusiasmar a los potenciales interesados, y hacerles sentir que ser participantes del mismo merece la pena. Todo lo demás son... fuegos de artificio :-)

sábado, septiembre 24, 2011

Revoluciones 2.0

Este es un tema que llevo tiempo queriendo mencionar, pero es difícil hacerlo sin que resulte excesivamente polémico. Pero recientemente me he encontrado un texto, Make the Revolution, que tiene ya un año, pero que lo expresa mucho mejor de lo que yo pudiera hacerlo. Así que aquí van citadas y comentadas las partes más interesantes:

His point is that today's social networks are fundamentally unable to drive the sort of social change that fueled upheavals like the civil rights movement. [...] I agree; The traditional method sit-in and picket-in-the-streets form of protest is clearly a failure online.
The problem with Gladwell's premise, though, is that it's wildly anachronistic to think that the only way to effect social change is to assemble a sign-wielding mob to inhabit a public space. [...] People who want to see marches in the streets are often unwilling to admit that those marches just don't produce much in the way of results in America in 2010.
Aquí en España también se nos ha inculcado que "para conseguir algo, hay que salir a la calle". De ahí, las masivas concentraciones del 15M, por ejemplo. Sin embargo, como cada vez queda más claro, estas manifestaciones y otras muchas se las pasan por el arco del triunfo. Lo cual es lógico, si tenéis en cuenta que la actual generación dirigente lleva haciendo este tipo de cosas 40 años. Nunca fue más cierto eso de "Más sabe el diablo por viejo, que por diablo". Es demasiado fácil para ellos desacreditar cualquier acto de protesta en las calles, incluso uno con tanto respaldo popular como el 15M. Un poco de provocación de la violencia por aquí, un mucho de intoxicación propagandística por allás, trabajo de derribo desde dentro, etc.

Tarde o temprano, quedan unos cuantos activistas desactivados, pensando "¿qué hemos hecho mal? No puede ser...". Lo que habéis hecho mal es aceptar jugar a su juego: al juego en el que ellos son maestros.
Gladwell is absolutely right to say that political action today takes place in the form of many smaller, simpler steps than it did when one used to have to put livelihood, liberty, or even life on the line to make change happen. That doesn't mean it's ineffective, just that it's a million small protests instead of one visible act. For me, it's a form of protest that feels much more Asian in its methods, with a steady trickle of small rebellions instead of the traditional western model of the visible, violent, aggrieved uprising. [...]
We have had an enormous and concerted act of social disobedience play out over the past half-decade, where millions have decided that the present regime of intellectual property law and corporate control over the way we communicate is no longer tenable. So, every day, with the click of a button, people from all walks of life are ignoring the law and protesting in public, simply by uploading content to YouTube or Facebook or anywhere else.
Descargarse una película, una serie, una canción como forma de protesta contra el actual régimen de propiedad intelectual, me encanta. Y engancha firmemente con los fundamentos de la desobediencia civil (si consideras que una ley es injusta, no la cumplas). Nada de ir a manifestarse delante del Ministerio de Cultura, que es una completa pérdida de tiempo. Y de paso, dar donde más duele :-)
The disobedience is not just online. [...]
Today, Dale Dougherty and the dozens of others who have led Maker Faire, and the culture of "making", are in front of a movement of millions who are proactive about challenging the constrictions that law and corporations are trying to place on how they communicate, create and live. The lesson that simply making things is a radical political act has enormous precedence in political history; [...]
"Hacer cosas es un acto político radical" ¿Qué más se puede añadir?
And if we put the making movement in the context of other social and political movements, it's had amazing success. In city after city, year after year, tens of thousands of people pay money to show up and learn about taking control of their media, learning, consumption and communications. [...]
Gente que se preocupa proactivamente de recuperar el control de sus vidas. Ese es el gérmen verdadero de una Revolución 2.0. Una revolución 2.0 que no saben como detener porque ni siquiera la entienden. Y esa es nuestra gran ventaja.
Their protests, their sit-ins, take the simple form of making things and sharing them with each other, online and off.
Un concepto tan simple, y sin embargo tan potente.
The quietness of their ways, the heads-down determination of the scientist instead of the chin-jutting attitude of the street fighter, might make them easy to overlook. But that doesn't mean that it's not a significant and enduring movement. it doesn't mean the will of these millions of people doesn't count, simply because it's expressed in a way that doesn't look like protest did five decades ago.
Y el que crea que una revolución consiste en tirarle piedras a los grises, ya puede agarrar el arco y echarse al bosque al estilo de Robin Hood, porque va a tener el mismo éxito en ambas formas de protesta anacrónicas.
Best of all, the people who actually make these things happen aren't just sitting around clicking "Like" on things online. As has been true since the earliest days of the blogosphere, the best minds in social media get together in person to help plan the future.
Aquí es en lo único en lo que puedo poner un pero. No en lo primero (las revoluciones, incluso las "2.0", no se hacen con botones, sino con curro duro), pero sí que reunir gente tenga necesariamente que pasar por reunirse físicamente. Sin desestimar la utilidad (y la diversión) de juntarse físicamente, también es importante aceptar y aprovechar que la "virtualidad" nos permite compartir y desarrollar ideas sin las limitaciones que nos puede establecer el mundo físico (algo tan simple como que la gente vive geográficamente dispersa).

domingo, septiembre 04, 2011

Herramientas para la democracia (III): crowdfunding público

Vale, es posible que este artículo "AVEs, Aeropuertos, Autopistas y Tranvías: La Cleptocracia arruina España" contenga inexactitudes, interpretaciones y asuntos discutibles, pero me sirve para introducir el problema: cómo la decisión de gastar el dinero público en unos proyectos y no en otros, o en ninguno en absoluto, es tomada caprichosamente por unos representantes que, a la postre, no son realmente los que tienen que poner el dinero, y por lo tanto tienden a despilfarrarlo. O dicho de otro modo, la mentalidad de —como citan en el artículo— "el dinero público no es de nadie".

Para cambiar esta mentalidad, nada mejor que poner de relieve al pagano de turno qué es lo que cuesta cada una de esas "brillantes" decisiones políticas. Podríamos adoptar un enfoque como el de Eslovenia y ofrecer una herramienta de monitorización del gasto público. Ciertamente es una herramienta que, bien utilizada, puede ser valiosa, pero también es cierto que es muy habitual ver como las administraciones ocultan las partidas entre una montaña de datos y terminología burocrática a los que poca gente está dispuesta a dedicar su tiempo y esfuerzo para fiscalizarlos.

Sin embargo, si a los ciudadanos de la provincia de Castellón (604.274 habitantes según Wikipedia) les hubieran dicho que tener un aeropuerto internacional les iba a costar a 250 euros por cabeza (una familia de 4 miembros 1.000€), tal vez hubieran pensado que al presidente de la diputación se le había ido completamente la olla. O no, tal vez sí había gente dispuesta a pagar eso a cambio de tener un aeropuerto. Y puede incluso que hubiera gente que estaba dispuesto a pagar por un aeropuerto, pero menos, mucho menos. Todas las posturas son legítimas, siempre y cuando sea una decisión informada. Y todas las opiniones, tratándose de dinero, deben de ser escuchadas.

Lo que esta situación está pidiendo a gritos es una herramienta de estilo crowdfunding. Dejaré la responsabilidad de explicar lo que es el crowdfunding a Wikipedia y hablaré directamente de la que es la plataforma de crowdfunding más famosa del mundo: Kickstarter. Y quiero hablar de Kickstarter porque representa la esencia del crowdfunding bien pensado. Su éxito no es una casualidad.

La filosofía de Kickstarter es maximizar el número de proyectos que consiguen financiación. Al fin y al cabo, ellos consiguen sus beneficios —son una empresa— de los proyectos financiados con éxito (se llevan un pequeño porcentaje). De los proyectos que no consiguen financiación no sacan nada, así que va en su máximo interés que los proyectos ofertados para crowdfunding tengan las mejores condiciones posibles para salir adelante, y los tratan con mimo.

Para conseguirlo, Kickstarter ha refinado un modelo con unas cuantas buenas prácticas*, que son las que me interesa recoger aquí:

  • Los proyectos primero pasan un filtro de selección que elimina proyectos estúpidos, irrealizables o poco serios (a todo esto hay que decir que, aunque inicialmente Kickstarter se centraba en el mecenazgo artístico y cultural, puede abarcar cualquier campo creativo).
  • Una vez el staff de Kickstarter elige un proyecto como potencialmente interesante para presentar en su plataforma, no se limitan simplemente a ponerlo, sino que asesoran y dan recomendaciones para que los proponentes mejoren el proyecto de cara a aumentar su atractivo hacia los potenciales donantes.
  • Los proyectos presentados deben tener un objetivo de financiación a alcanzar definido y un plazo máximo para conseguirlo (por ejemplo, 10.000$ en un mes). Fijar unos objetivos estos límites ayuda a centrarse en conseguirlos.
  • Se espera de los proponentes que se impliquen al máximo en la difusión del crowdfunding en el periodo que éste dura (lo que contribuye también a la notoriedad de la propia plataforma).
  • Es fundamental que el proyecto presente de la forma más clara posible lo que se pretende hacer, y cómo se va a destinar el dinero de la financiación a conseguirlo. El que va a aportar dinero va a valorar si merece la pena o no a partir de dicha información.
  • Importante también que la presentación del proyecto a los potenciales contribuyentes sea atractiva. No es un requisito obligatorio, pero la mayoría de los proyectos han terminado adoptando el formato de video como forma de presentación del proyecto —y Kickstarter lo fomenta—.
  • Finalmente, Kickstarter obliga a ofrecer una serie de "premiums" o ventajas a los pledgers (contribuyentes), que se escala dependiendo del nivel de contribución de cada uno. Esto es importante puesto que de muchos de los proyectos de crowdfunding nos beneficiamos todos, así que hay que aportar un incentivo adicional para los que lo hacen posible. Un incentivo mayor, además, cuanto mayor sea el aporte realizado.
Gracias a este modelo, Kickstarter ha conseguido un alto nivel de éxitos de financiación, los que les ha conseguido una magnífica reputación tanto entre los interesados en conseguir financiación para sus proyectos como entre los micro-mecenas que ven que sus aportes logran resultados reales. La confianza de ambos grupos se realimenta produciéndose un círculo virtuoso.

Un punto que quiero resaltas por las consecuencias que más tarde veremos es el del filtro previo. Un sitio de crowdfunding que acepte cualquier propuesta de proyecto sin consideración, derivaría en una tasa de fracasos alta, tanto de financiación como de consecución del objetivo tras ésta, decepcionando a contribuidores y por lo tanto reduciendo las posibilidades de conseguir financiación para todos en general. La Larga Cola no parece funcionar bien aquí.

¿Cómo podría encajar este modelo de crowfunding en lo público? Para empezar, no nos serviría para los gastos corrientes, así que habría que centrarlo en el capítulo de las inversiones. Tiene que hacerse a partir del dinero ya recaudado como impuestos o tasas, ya que si se hace a partir de contribuciones voluntarias se corre demasiado riesgo de que nadie esté dispuesto a poner dinero ni siquiera para las inversiones más necesarias. Y dentro de ese dinero se tiene que dar libertad al individuo para tomar sus propias decisiones responsables.

Pensemos por ejemplo que una entidad pública (un ayuntamiento, una comunidad autónoma) tiene 1.000 millones de euros de ingresos, de los cuales debe dedicar 700M a gastos corrientes ya comprometidos (las cifras son a puro huevo). Le quedan 300M para inversiones. Algunos ciudadanos pueden querer que se invierta en construir un hospital, que cuesta 200M, otros en un aeropuerto que cuesta 150M, otros en la mejora de una vía de comunicación que cuesta 100M, etc. En vez de simplemente votar, el contribuyente tiene una cantidad de dinero que puede distribuir entre los diferentes proyectos presentados según prefiera. Si por ejemplo pagó en impuestos 1.000 euros, descontando la parte que va a cubrir los gastos corrientes (70%), le quedan 300 euros. Puede dedicar los 300 al hospital, o puede dedicar 100 al hospital y 50 a la mejora de la vía de comunicaciones, o puede hacer cualquier otra combinación que prefiera. Ella o él, con sus decisiones, está definiendo cuales son sus prioridades, pero no con una elección de brocha gruesa de sí o no, blanco o negro, sino haciendo un reparto a partir de sus intereses. La tarea de convencer de que su proyecto merece la pena invertirse en él recae en los hombros de los proponentes de los proyectos que, como en el caso de Kickstarter, deberán hacerlos claros y atractivos para gozar del apoyo de los contribuyentes.

Ganancias de éste sistema:
  • Se implica al ciudadano en la toma de decisiones que le afectan (este es uno de los principios básicos del Open Goverment)
  • Hay menos posibilidades de corrupción, ya que el poder de decisión no recae ya sobre los administradores, que pasan a ser eso, unos mejor gestores y no unos "gobernantes" (modelo actual)
  • Hay una promoción y recompensa respecto a pagar impuestos, ya que más impuestos significa también más poder de decisión posteriormente
No voy a ser un ingenuo y decir que se elimina completamente la corrupción. Aunque el sistema es mejor, no es perfecto y puede ser manipulable de ciertas formas. La más obvia: la selección de los proyectos entre los que puede elegir el ciudadano. Porque ¿quién puede presentar un proyecto? ¿Cualquiera? ¿Sólo el poder ejecutivo? ¿El legislativo? Si puede presentar proyectos cualquiera ¿existe un filtro previo? Y si es así, ¿quién y bajo que criterios determina qué pasa y que no pasa ese filtro? El control de ese filtro puede determinar totalmente que opciones hay, y por lo tanto qué se puede hacer y qué no.

Finalmente, otra cuestión: ¿qué pasa con el dinero no asignado, o el que se asigna pero no hay suficiente para que el proyecto se cubra? Aquí ya intervienen ideologías económicas. Por ejemplo, si se quiere fomentar que se invierta al máximo (política expansiva), se obligará a asignar todo el dinero disponible. O el dinero no dedicado simplemente pasará a la propia administración que lo gestionará según su criterio para completar los proyectos que crea necesarios —el caso extremo en el que nadie asignara nada nos llevaría a la situación actual en la que el 100% de la inversión es decidida por la propia administración—. En una política más ahorrativa, ese dinero sería acumulado para asignar en el siguiente año fiscal —o el plazo que se estableciera—. De ésta forma proyectos que no han salido podrían ser retomados más adelante, con más financiación (imaginad el caso de un grupo de personas que quieren que haya un hospital en su localidad, pero dedicando la inversión de todo un año de todos ellos no es suficiente para construir uno: podrían conseguirlo a largo plazo, ahorrando lo de varios años).


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* sacado de un artículo del New York Times titulado "The Trivialities and Transcendence of Kickstarter", pero como es un artículo detrás de paywall, no os puedo poner un enlace directo; en cambio buscando en Google podréis leerlo sin problemas.

domingo, julio 03, 2011

Sobre la detención de la "cúpula" de la SGAE

Desde el punto de vista del copyfight (es decir, de la lucha contra el copyright abusivo) que detengan a la "cúpula" de la SGAE por lucrarse ilegalmente es totalmente irrelevante (otra cosa es que los hubieran detenido por lo que se lucran de forma inmoral aunque sea actualmente legal). Ni se cuestiona el modelo de derechos de autor y de explotación imperante, ni el modelo de recaudación de entidades de gestión privadas, ni se plantean modelos distintos de compensación de autores, ni nada de nada.

No se ha avanzado un milímetro. Lo único que ha ocurrido es que se nos ofrecen unos chivos expiatorios para aplacar nuestro enfado, pero pasando de largo por el meollo de la cuestión. La gente aplaudirá con las orejas (y tiene todo el derecho a hacerlo), pero la LPI sigue como estába. La Ley Sinde no ha sido revocada. Y pronto se votará ACTA, y todo lo que ello conlleva, en los parlamentos nacionales de Europa.

Distintos perros con el mismo collar.

lunes, junio 13, 2011

Herramientas para la democracia (II): Bug Tracking Systems

En informática, estamos acostumbrados a enfrentarnos a problemas de gran escala, tanto en volumen de información tratada (millones de líneas de código) como en número de usuarios a los que atender. Esto ha hecho que los propios programadores hayan desarrollado sus propias metodologías y herramientas con las que lidiar con dicha complejidad. Uno de éstos campos es el de la relación con los usuarios y la gestión de los informes de error.

Cuando un proyecto tiene un volumen de usuarios equivalente a un país pequeños (por ejemplo, se calcula que Ubuntu Linux tiene al menos 12 millones de usuarios), no se puede seguir la estrategia de "si ves algún error, mándame un correo". No al menos si eres un proyecto de código abierto, en el que no tienes nada que ocultar, y sí te interesa minimizar el esfuerzo del procedimiento (de gestión de la incidencia) para dedica la mayor parte de los recursos disponibles al trabajo (a la corrección del error en sí).

La herramienta que realiza ésta función es un proyecto software es la llamada Bug Tracking System (BTS) o en español, Sistema de Seguimiento de Errores. Como es una buena idea, se ha generalizado a otras áreas y en ese caso se emplea el término más general Issue Tracking System o Sistema de Seguimiento de Incidencias, pero en esencia siguen siendo iguales (los BTS se centran en los errores que un usuario encuentra en el software, pero también incorporan extensiones y tareas, mientras que los ITS la "unidad de trabajo" es el más general problema, petición de soporte o incidencia). También se les conoce —tanto BTS como ITS— como sistemas de tickets, ya que una petición al sistema genera de vuelta lo que se conoce como ticket: un indicador (normalmente un número) con la que el sistema se refiere al error —o problema— a partir de ese momento, y a lo largo del ciclo de vida en el sistema.

La analogía es clara: si un sistema puede ser usado con éxito para la gestión de millones de usuarios —equivalente a la población equivalente a la de un país no tan pequeño—, tal vez pueda ser interesante aplicarla también en la relación de los habitantes de un país con su administración. Algunas ventajas que aportan los BTS/ITS y que pueden ser interesantes:

  • Transparencia: uno de las principales motivaciones del surgimiento de los BTS es que el usuario se sienta atendido. Por un lado, el usuario tiene una constancia de que el problema "está" apuntado en algún sitio, y su número de ticket es una especie de garantía de que se ha informado del problema o la reclamación. Sí, ahora también hay números de entrada de instancias a la administración, selladas y demás, pero la diferencia es que la información del BTS es pública, y cualquiera puede consultar que efectivamente esa incidencia existe. Y no sólo eso, sino que la página de la incidencia recoge automáticamente información que permite seguir a cualquiera el progreso de la resolución de esa incidencia públicamente también.
  • No duplicados: otra de las principales motivaciones de la función de los BTS es evitar que miles de usuarios reporten el mismo error una y otra vez, cuando el equipo ya es consciente de que dicho error existe (y probablemente están trabajando en ello). En ese caso, es mucho más útil sumarse a una incidencia ya abierta, especialmente si se tiene algo adicional que aportar. Cuando se detecta una incidencia ya abierta en el sistema (a veces no es directa la relación), lo que se hace es marcarla como duplicada, indicar al usuario el ticket de la incidencia original, y cerrarla. De ésta forma el usuario se siente atendido, pero el sistema evita duplicidad de trabajos. Para que esto sea posible, obviamente es imprescindible que el sistema sea transparente (punto anterior)
  • Priorización: un usuario inteligente lo primero que haría, antes de abrir una incidencia, es comprobar si esa incidencia ya ha sido reportada por alguien más al sistema. Lo más probable es que sí, con lo que esta breve consulta previa nos sirve para a) evitarnos tener que abrir una incidencia b) evitar a los que atienden el sistema tener que cerrar la incidencia por duplicado. Pero hay otro motivo más para actuar de esta forma, y es sumarse a una incidencia. Obviamente el sistema ideal es aquel en el que se resuelven todas las incidencias, pero la práctica nos dice que normalmente hay más tareas pendientes que tiempo disponible para realizarlas. Lo más interesante es realizar primero aquellas tareas que puedan resolver problemas a más usuarios —esto es, aquellas que resuelvan las incidencias de más usuarios—. Para que esta priorización de tareas ocurra, es imprescindible saber de qué se quejan más los usuarios. Un BTS/ITS, gracias a la transparencia, permite que más usuarios se "quejen" sin tener que gestionar nuevas incidencias, simplemente sumándose a una ya abierta —y siendo atendidos a través de la misma todos ellos—. Los BTS/ITS modernos han añadido entre otras cosas la característica de poder hacer comentarios precisamente por esta razón. A su vez, los gestores, pueden indicar en una incidencia el grado de "gravedad" (severity) o importancia que tiene para ellos, lo que en principio es una manera de informar al usuario si el problema va a ser resuelto pronto, porque es urgente, o "cuando haya un rato libre", porque es trivial (ojo que la gravedad es una indicación subjetiva y no garantiza nada). El hecho de poder consultar las incidencias por prioridad nos permite por otro lado controlar de forma transparente las prioridades de atención que se están imponiendo los gestores, y ver si éstas son las más adecuadas.
  • Archivo: una vez que una incidencia ha sido resuelta —o no— y cerrada, ésta no desaparece, sino que toda la información de lo que sucedió con ella permanece a la vista. Esto nos permite a) si el problema vuelve a reproducirse, tanto gestores como usuarios están al tanto de ello b) si no fue resuelta en su día, puede reabrirse la indicencia, no hace falta crear una nueva c) si fue resuelta, nos referimos desde la nueva incidencia a la antigua, con lo tenemos las bases para resolver una nueva incidencia —tenemos "memoria" del problema— d) y si la resolución esta vez es distinta, tenemos un "histórico" del problema y sus soluciones a lo largo del tiempo, recorriendo las incidencias.
El ámbito de aplicación de un sistema así es amplio. Aplicar un BTS sobre el cuerpo legal de un estado o unidad política menor es sólo una de las posibles aplicaciones. Puede aplicarse desde para grandes líneas de actuación, hasta para las cosas más cotidianas. Por ejemplo, un BTS/ITS de una localidad podría usarse para que los usuarios reportasen que una acera tiene unas cuantas baldosas rotas, que hace falta una papelera en un parque o una calle, una farola que no se ilumina, o que en cierto paso de cebra debería ser colocado un semáforo por su peligrosidad.

Otra característica interesante de los BTS actuales (de la que creo que carecen los ITS) es que se han convertido en algo más, se han convertido en herramientas de gestión de proyectos. Según las nuevas metodologías, son las necesidades de los usuarios las que en cierta forma guían el desarrollo de un proyecto, aunque luego éstas estén en cierta forma filtradas por los gestores. De ésta forma, se establecen milestones, u objetivos —hitos o metas— en el tiempo, que en un BTS se traducen en cerrar —se supone que satisfactoriamente— un conjunto de incidencias relacionadas con dicho milestone (y normalmente a partir de cierta  gravedad o importancia). Esto también sirve como una forma de transparencia y control, ya que si nuestro milestone "Plan de Iluminación austero" en nuestra localidad comprende tener el 90% de los semáforos con LED, existe una manera objetiva y verificable de ver si dicho plan se ha cumplido, más allá de una simple proclamación municipal del tipo "lo hemos vuelto a conseguir".

domingo, junio 12, 2011

Herramientas para la democracia (I): wikis

Leyendo que Islandia prepara su nueva constitución mediante crowdsourcing, me he acordado de una idea que me rondaba por la cabeza hace tiempo. No, no es Wikiconstitución, sino lo que podríamos llamar un paso previo: guardar las leyes, reglamentos y normas (al menos las más importantes) en formato wiki, con el objetivo de:

  1. ver los cambios en el tiempo
  2. ver quienes son los responsables de cada uno de los cambios
  3. tener adherido un espacio en cada artículo que sirva como punto de aclaración/discusión del mismo
  4. navegación de la legislación actual (tanto en el tiempo como en las relaciones) mediante referencias
  5. posible inclusión de metadatos y/o conversión a otros formatos con metadatos
El software wiki de Wikipedia es una herramienta creada para guardar información que, por necesidad, ha ido añadiendo una serie de características para poder desarrollar su labor:
  1. Enlaces, que permiten referirse a otra página y "Lo que enlaza aquí", que permite ver desde donde se referencia una página. Entre ambos, permiten una navegación hacia adelante/hacia atrás.
  2. Historial de cambios: toda página lleva un historial de cambios asociado, donde se indica tanto el momento de los cambios como su autor. También permite consultar algo muy importante: las diferencias entre cada versión.
  3. Categorías: que permiten aportar metaetiquetas y generar diferentes taxonomías de las páginas.
  4. Páginas de discusión: asociadas a cada página
Aunque el software de Wikimedia nos aporta la mayor parte de lo necesario, tiene algunas carencias:
  • El historial de cambios refleja el momento en que los cambios se producen, no se puede indicar una fecha anterior, habría que proporcionar un sistema para indicar fechas previas.
  • Tampoco es adecuada la gestión de los autores, habría que poder asignar un 'Parlamento constituido en la fecha tal cual' e indicar los votos a favor, en contra y abstenciones de cada una de las leyes. Podría medio-simularse con el sistema de votos actual, pero sin una implementación nativa no se podrían hacer preguntas del tipo "Dime los parlamentarios que votaron a favor de la ley XXXX y a favor de la ley YYYY", por ejemplo. O "quiero saber qué parlamentarios aprobaron este artículo que estoy viendo ahora". O ir a la página de un parlamentario y ver un historial de los votos de leyes y normativas que emitió.
Como podéis observar de los últimos ejemplos, el concepto no es meramente informativo. No se trata solamente de tener una recopilación de las leyes actualizada y navegable, sino saber qué, quién, y cuando. Preguntas previas a la de por qué. Y es cuando tengamos esa información de las leyes del pasado y el presente cuando se puede plantear pensar en modificar, mediante wikis u otras herramientas, las leyes del futuro.

Bonus: mientras ejecutaba las búsquedas pertinentes por si alguien había pensado en algo similar previamente, he encontrado ParticipationNZ, un wiki creado por el gobierno de Nueva Zelanda en 2007 mediante el cual los ciudadanos podían comentar una propuesta de ley de su gobierno a través de un wiki basado en Mediawiki.

martes, mayo 24, 2011

Mis propuestas para una reforma de la ley electoral

Como estoy aburrido de tanto debate estéril, y creo que una reforma electoral hay que moverla YA, o no se podrá hacer nada hasta dentro de años, voy directamente al grano.

El principio fundamental que se debe guardar es el de representatividad. Los ciudadanos tienen que sentirse representados por sus votos, tienen que sentir que sus votos sirven para algo. Esta idea es irrenunciable, y si no se cumple, nuestro sistema político seguirá desligitimándose más y más a ojos de los ciudadanos, hasta que terminemos metidos en algún sistema populista bananero. Para conseguir este objetivo, propongo:

  • Darle al voto blanco sentido de voto de castigo a la clase política en general. Los ciudadanos tienen que tener una herramienta electoral con la que patalear y a la vez dejar claro su descontento. Los votos en blanco se computarían para dejar asientos (escaños, concejales, procuradores, etc) vacíos. Sería hacer lo mismo que aboga Ciudadanos en Blanco, pero que funcione por defecto en toda elección sin necesidad de organizar listas electorales ni publicitarlas, etc. Además, en todas las votaciones que se hicieran, sus votos se harían constar como abstenciones (llamadlo simbolismo, pero me parece necesario que conste).
  • Umbral de voto válido: o se elimina totalmente , en caso de querer conservarlo, se determina mediante una fórmula dependiente del número de puestos a elegir —no un % fijo como ahora— de forma que entre todo el que pueda conseguir al menos un puesto. Por ejemplo, si hay 50 escaños en total, el umbral es del 2% (incluido). Si son 25 escaños, un 4% y si son 100 escaños un 1%. Con el actual corte del 5% hay partidos a los que les corresponde por derecho puestos que el porcentaje de corte les roba en favor de los partidos mayoritarios. Eso es intolerable. Normal que la gente se cabree con un sistema en el que sus votos terminan en partidos contrarios.
  • Votos a los partidos minoritarios: los partidos minoritarios son los que se quedan sin puestos porque no tienen votos suficientes para conseguir ni uno. Pero sumados todos los votos de los partidos minoritarios, puede suceder que sí les toque uno o varios puestos. En vez de, como pasa en el actual sistema, los mayoritarios se apropien por toda la cara de todos esos votos, lo que hay que hacer es repartir los puestos que corresponderían a la suma de todos esos votos entre los partidos minoritarios. ¿Cómo? Se pueden pensar varias formas, pero un sistema D'Hont entre esos partidos minoritarios no es una mala opción: de esa forma, los partidos "mayoritarios" entre los minoritarios son los que se quedan con ese (o esos, aunque dado que ni siquiera pasaron el corte, es difícil que sean más de 1, 2 o 3) puestos, lo que hace que incluso la diferencia de votos entre los partidos minoritarios pueda ser decisiva, y en definitiva, que el ciudadano sienta que su voto es valioso.
  • ¿Qué hacer con el voto nulo? Si los puntos anteriores funcionan, y el ciudadano se siente representado, ya sea a través de su voto a partido grande o pequeño o  su voto en blanco, es de suponer que el volo nulo será bajísimo, y sólo debido a errores técnicos a la hora de votar, y por lo tanto insignificante. Simplemente, que se contabilice pero no se tenga en cuenta para el umbral —si lo hubiera—, de forma que no pueda distorsionar nada.
Los anteriores puntos me parecen esenciales y espero que la amplia mayoría que lea esto coincida conmigo. Ahora algunos puntos con el ánimo de discutirlos (no tenéis porqué estar de acuerdo):
  • Circunscripción única para Elecciones Generales (al menos al Congreso de los Diputados). La "compensación territorial" o se hace en el Senado, o se considera que ya tenemos una capa (parlamentos autonómicos) que se encargan de la representación por territorios.
  • Circunscripción única europea para las Elecciones Europeas. Si somos europeos, somos europeos para todo (y yo quiero votar al partido pirata sueco :-P).
  • Listas abiertas: bien como prinicipio, pero hay que ver como se implementa.
  • Y una reclamación final un poco chorra, pero para que veáis como funciona el sistema actual: para Elecciones locales, permitir listas de independientes pero sin que estén adscritos a una lista electoral (es decir, a un partido). Eso va por todos esos alcaldes y concejales de pueblos pequeños que en realidad no son de ningún partido, que van de independientes en las listas, pero que al final figuran como que son de alguno de los —dos— grandes partidos. Es un puñado de concejales y votos, pero es nuevamente es un puñado de concejales y votos que los dos grandes partidos de éste pais instrumentalizan como si fueran propios, cuando en realidad se están votando independientes, es decir, personas concretas, y no partidos o ideologías. Que vaya morro que tenéis, PPSOE.

domingo, abril 10, 2011

Una llamada a las armas (II): dinero P2P (II)

En Constructive Direct Action Against Censorship, la Electronic Frontier Foundation (EFF) nos propone 4 proyectos de lucha contra la censura en Internet. No son manifiestos, no son ataques de denegación de servicio distribuidos (DDoS), ni tampoco son pérdidas de tiempo como llamar a acciones "en el mundo real". Las propuestas son:

Voy a contextualizar y analizar cada una de las propuestas (excepto Tor, sobre la que no tengo nada que decir). Como se va a alargar, voy a hacerlo en varias partes, manteniendo esta cabecera en cada entrada.

Hace mucho mucho, tiempo, en una anterior entrada, estábamos hablando de dinero P2P y de Ripple Project. Pero, por no alargarme demasiado, y por documentarme un poco mejor, quedó pendiente hablar de Bitcoin, que era la propuesta de la EFF para intercambio de dinero electrónico no centralizado.

Bitcoin se define a sí misma como una moneda virtual P2P. Con P2P nos referimos a que no existe una autoridad central que genere las monedas o verifique las transacciones, y que por lo tanto pueda vetarlas o controlarlas, sino que es una red distribuida (P2P) la que se encarga de esa tarea.

Video explicativo de Bitcoin de Weusecoins.com

A diferencia de lo que comentamos en Ripple, Bitcoin no es sólo un sistema de pago electrónico sino que define su propia moneda. ¿Y en qué está soportada ésta moneda? En potencia de computación. Me explico.

Podéis imaginaros cada bitcoin como un número. Un número muy grande y especial, resultado de un complejo cálculo matemático. Para crear ese número, hace falta un montón de tiempo de ordenador. Tú puedes poner tu ordenador a trabajar para crearte monedas (lo que llaman en el argot "minado"), pero puesto que los ordenadores consumen electricidad, y la electricidad tiene un coste (en dinero del Mundo Real™), el dinero que generas no es gratis. Es más, según sea el valor actual de intercambio de Bitcoins a la moneda de tu país, lo habitual es que te cueste más caro minar las monedas que lo que sacarías si te pagaran en dólares o euros o la divisa que sea por esas monedas creadas. De eśta forma a) se asegura no crear dinero de la nada b) el dinero está respaldado en algo "tangible" pero no limitado (me refiero a no limitado como la cantidad de oro disponible). En realidad el sistema de creación de dinero está indirectamente basado en la energía, lo cual, dado que las leyes de la termodinámica son más difíciles de violar que la legislación financiera, nos permite tener cierto nivel de confianza.

Sin embargo aún nos podemos preguntar qué impide a quienes tienen potencia de cálculo abundante y ociosa a lanzarse a generar bitcoins y más bitcoins a mansalva. Pues que la generación de nuevas monedas es un "poquíto" más complicada de lo que he contado, y que la introducción de nuevos bitcoins está regulada en el tiempo:

Las nuevas monedas se generan por un nodo de la red cada vez que éste encuentra la solución a cierto problema de cálculo (esto es, crea un nuevo bloque), para el cual el tiempo medio de solución puede ser calculado. Se ha ajustado la dificultad del problema para que en los 4 primeros años de existencia de la red Bitcoin, se creen 10.500.000 monedas. La cantidad se divide por dos cada 4 años, de forma que serán  5.250.000 monedas entre los años 4 y 8, 2.625.000 entre los años 8 y 12 y así sucesivamente. De esta forma, el número total de monedas se aproximará con el tiempo a 21 millones. — FAQ de Bitcoin
El hecho de que exista un límite en la masa monetaria total tendrá consecuencias cuando luego lo analicemos desde el punto de vista monetario.
 Generación de bitcoins en el tiempo

Pero no sólo hay una cantidad máxima de monedas que se pueden generar, así como una cantidad máxima de monedas que se pueden generar para cada periodo de tiempo, sino que además el valor de las monedas creadas decrece en el tiempo:
El número de bloques [ya generados] marca el valor de la moneda del bloque.  El valor es de 50 bitcoins por bloque para los primeros 210.000 bloques, de 25 bitcoins para los siguientes 210.000 bloques, luego 12.5 bc, 6.25 bc, etcétera. FAQ de Bitcoin
Por si tenéis curiosidad, tanto en el propio cliente oficial como en Bitcoin Charts tenéis el número de bloques generados hasta la actualidad (117.635 en el momento de escribir esto). Esto quiere decir que todavía estamos en el periodo en el que cada bloque generado son 50 bitcoins, con lo que el valor total de dinero generado es de unos 5,88 millones de bitcoins. También podéis observar que actualmente se genera un bloque nuevo cada 8 minutos aproximadamente.

Todas estas medidas de control de la generación de moneda y otras han sido tomadas para distribuir el minado y que una sóla organización no acapare las nuevas coins. Sin embargo, no evita que se hayan creado aunténticas "granjas" de minar monedas, incluso con software especializado basado en la potencia de computación de las modernas tarjetas gráficas (como se puede inferir de echar un vistazo al foro oficial, sección de minado) de que disponen los ordenadores actuales, verdaderas máquinas de "triturar números". El resultado es que, según mi experiencia, para un particular con su único ordenador es bastante costoso obtener bitcoins a partir del proceso de generación de nuevas monedas. Según esta calculadora, a mi modesto ordenador (2400 khash/s) le costaría más de 4 años y medio obtener mi primer bloque. Por comparar, una tarjeta gráfica de última generación es capaz de 250 megahash/s, las cooperativas de minado andan del orden de las decenas de gigahash/s y la potencia total de la red se estima actualmente de 684 gigahash/s.

Eso por el lado de la generación de moneda. Por el lado de la verificación de las transacciones, la red Bitcoin es capaz de funcionar descentralizadamente debido a que todas las transacciones son públicas. Para garantizar la seguridad de la moneda y las transacciones, así como el anonimato, se usa extensivamente criptografía asimétrica o de clave pública (por ello Bitcoin es denominada a veces como una criptomoneda). Los nodos de la red se dedican a firmar digitalmente todas las transacciones para que éstas no sean repudiables. Es decir, si yo hago un pago a otro miembro de la red, la propia red sirve de testigo o "tercera parte" para confirmar que esa operación efectivamente se ha hecho, y que luego más tarde yo no voy a volver a usar las mismas monedas para otro pago (lo que se llama el problema del doble gasto). La red se encarga de guardar todas las transacciones realizadas, así como de firmar las nuevas transacciones pendientes.

Tanto para el firmado de transacciones pendientes como para la generación de nuevas monedas (que en realidad son también una forma de transacción pendiente) la red se dedica a gastar un tiempo en resover esos cálculos matemáticos que mencionábamos, hasta que alguno de los participantes encuentra la solución, y esas soluciones son parte del bloque de firmado. De esta forma, los bloques de transacciones se encadenan en el tiempo, unos tras otros, y obliga a que, para falsificar una transacción habría que rehacer todo el trabajo previo. Sólo una red de una potencia superior combinada podría hacer los cálculos más rápidos y adelantar y ser capaz de falsificar transacciones (pero una red más rápida tendría mayor incentivo participando en la red oficial y generando bitcoins que falsificando, o al menos esa es la teoría).

No quiero meterme en demasiados tecnicismos, si os interesa con más detalle el funcionamiento exacto del sistema, os remito a este artículo técnico del creador de Bitcoin, o si queréis algo un poco más suave, a la página de Wikipedia sobre Bitcoin. [Añadido posterior: este artículo de LWN también aporta una introducción técnica a Bitcoin]

Desde el punto de vista monetario, el hecho de que la creación de nueva moneda sea distribuida y predecible significa que no puede ser intervenida por un banco central produciendo inflación (para ser exactos inflación no predecible). Eso aporta estabilidad a la moneda, lo cual, junto a su respaldo "energético" la hacen, monetariamente hablando, atractivas. Sin embargo, como mencioné en el artículo anterior, el hecho de existir límites al crecimiento de la masa monetaria puede ser un hándicap importante, en este caso agravado porque el tope no es dinámico respecto a los participantes (como pasaba en Ripple) sino absolutamente estático (los famosos 21 millones de monedas).

El sistema está diseñado así para "recompensar" a los que mantienen activa la red, ya que son los mismos que mantienen el trabajo de generación de cálculos y firmado los que obtienen las nuevas monedas que se van creando. Pero a medida que avance el tiempo y las monedas ganadas sean cada vez menos, tendrán menos alicientes para seguir haciéndolo (aunque a su vez los bitcoins serán más valiosos a medida que se acercan al límite de bitcoins). Para este escenario se propone que en el futuro se cobre una pequeña tasa en concepto de impuesto de transacción que repercutiría en los nodos firmantes/validadores. Aunque a mí personalmente esta idea me parece algo precisamente en contra de una de las bondades del sistema Bitcoin (la ausencia de intermediarios y sus comisiones en las transacciones).

Otro de los frentes que tiene abierto Bitcoin es el legal. Los estados y sus monopolios monetarios obviamente no ven con buenos ojos un posible competidor fuera de control, y advierten sobre su posible uso para el blanqueado de dinero, la evasión fiscal y otras "preocupaciones regulatorias" que dice la EFF en su análisis.

Pero tal vez el mayor handicap que tiene cualquier propuesta de sistema monetario alternativo es su uso práctico. Podemos tener un magnifico sistema de moneda electrónica segura, no centralizada y todas las ventajas adicionales que se os ocurran, que si luego no podemos comprar y vender cosas con ella, su utilidad real es cero. Porque la moneda, al fin y al cabo, no es más que algo que utilizamos como medio de conveniencia para el intercambio de bienes y servicios, y su único respaldo real y definitivo es la confianza que la gente le otorga. La confianza de que voy a ir a la tienda y me van a dar la comida que quiero o necesito a cambio de esos euros o dólares o la divisa que uses. Así que, la moneda tendrá sentido en tanto en cuanto haya gente dispuesta a suministrar bienes y servicios a cambio de la misma.

En el caso de Bitcoin, existe una sección de trade de la wiki no oficial con algunos ejemplos de negocios o empresas que aceptan el pago de sus bienes o servicios en bitcoins, aunque como podéis imaginar son escasos. Así es bastante difícil que Bitcoin o cualquier otra sistema monetario tenga alguna posibilidad de ganar momentum... Por algún lado hay que empezar, y como no vas a empezar comprando petróleo u otras materias primas en bitcoins (porque no los venden) la única idea de empezar a echar a rodar una nueva moneda es usarla para el mercado de segunda mano: aquellas cosas que, por estar ya producidas, no suponen un gasto (en otro tipo de moneda) para el vendedor, por lo que puede estar predispuesto a utilizar otra moneda si sabe que a su vez puede obtener equivalentes en las mismas condiciones. Por ejemplo, no se me hace nada raro el pensar un sistema de compraventa de libros usados en bitcoins (u otra moneda similar). O incluso algo del estilo eBay que venda o subaste objetos pero basado en este tipo de monedas. Sería una forma de darle uso a la moneda, y por lo tanto convertirla en una moneda real.


Otras monedas/proyectos

Aunque Bitcoin y Ripple son los dos proyectos de monedas P2P que más menciones y atención están recibiendo, la P2P Foundation en su web recoge otros proyectos de P2P Money en diversos estados. Puede ser un punto de entrada a un tema que cada vez despierta más interés y no sólo entre la comunidad open source.