domingo, febrero 07, 2010

Alierta habla claro

Lo que es evidente es que los buscadores... los buscadores de Internet utilizan nuestras redes sin pagarnos nada ¿eh? Esteee... lo cual es una suerte para ellos, esteeee... y una... desgracia para nosotros ¿no? Esteeee... Pero eso no puede seguir, es evidente, quiero decir, esteee... las redes las ponemos nosotros, el ¿¿¿??? lo hacemos nosotros, los sistemas los hacemos nosotros, el customer care lo hacemos nosotros, el servicio postventa lo hacemos nosotros, el servicio de instalación lo hacemos nosotros... Lo hacemos todo, quiero decir ¿eh? Y ellos tienen algoritmos. Esteee... Y los contenidos ehhh, estooo... ¿Cual es la estrategia de Telefónica? Eso va a cambiar, estoy convencido ¿eh? Esteee... va a cambiar.

[...]

A nivel dee... dee... de clientes, ehhh, de clientes particulares. Esteeee... Yo creo queeee... bueno, no es que crea, estoy convencido, queee hayyy... el fenómeno ese del garaje... desde queee, desde el garaje de tu casa te puedes crear algo importante, se ha abierto una oportunidad para todos los chicos y chicas... listos que hay en el mundo, de generar aplicaciones y servicios, a través... de... nuestras plataformas. Y... el caso más claro... es, ehh... estoy hablando con muchísima franqueza, esteee... el tema del iPhone ¿eh? iPhone dijoo, diceee... abro mis platafo... abroooo, no ostia, hasta, usted si tiene una aplicación o un servicio lo pone en la red y seguro si tiene... un cliente final esteeee... hay un directivo de telefónica que siempre me cuenta ¿no? que uno que hizo una cosa que la... que enfocas el teléfono a las estrellas y estonces te dice que estrella es y todo ese tipo de cosas u, hay... creo que hay unas 120 mil aplica...

[...]

Ah, lo de Cloud Computing. Bueno, esteee, Cloud Computing quiere decir que la inteligencia está en la red ¿mmm? y entonces... esteee, si yo tengo una empresa, ehh, de veinte operarios y me dedico a vender tablones de madera, pues no voy a montar un..., mmm... un sist... mmm un centro informático en mi empresa, entonces, como la inteligencia... la red la tenemos los operadores... conectándose a través de la banda ancha, nosotros le vamos a dar todos los... todos los servicios de soluciones ¿eh? que tendría una empresa grande sin tener que hacerlo. Por eso se llama Cloud Computing, no sé porque se llama Cloud Computing pero eso es.

[...]

Ahora... la inteligencia está en la red ¿eh?, y las redes son nuestras, quiero decir, redes son nuestras y de... y de... AT&T, quiero decir, en Estados Unidos, entonces, ahí está la inteligencia y la capacidad, los servidores y nosotros, ehhh, darle ese servicio a los clientes, quiero decir, eh, necesidades que no tenían hace dos o tres años, y claro, que les aumenta mucho la productividad... Eso es lo que decimos en la Union Europea, pos esto es así... es el huevo de Colón.
César Alierta, pensador y orador

sábado, febrero 06, 2010

A vueltas con los e-libros y la crisis editorial (III)

¡Hola! Soy Javier Cantero, y quizá me recuerden de entradas de blog como A vueltas con los e-libros y la crisis editorial (II) , El futuro de los libros, El futuro del libro digital (I), o La persecución del ebook: equivocándose de enemigo. Hoy también vengo a hablar de libros digitales, la crisis editorial y otros temas espinosos. Pero permitidme empezar con una cita de un capítulo de una serie de ciencia-ficción que ví recientemente:

«Tenemos que afrontar los hechos: la tecnología existe. No puede des-inventarse. Una vez que este ahí fuera, se abusará de ella. Ninguno de nosotros puede impedir que suceda, pero podemos elegir dónde queremos estar y de qué lado, cuando el fin realmente llegue.» — Dollhouse
Lo que dice el personaje de la serie es completamente pertinente: la tecnología está aquí; los ebooks no pueden des-inventarse. Por mucho que moleste a toda la cadena de productores/distribuidores del libro de papel (son muchas las industrias implicadas, muchos los puestos de trabajo amenazados, que miran no ya con recelo sino con miedo —que se traduce en odio— al ebook) la situación ya no es reversible. El ebook está aquí para quedarse, y para ir transformando el panorama mediante la destrucción. Como dijo Jeff Bezos en Newsweek:
"Los libros no están muertos. Simplemente se están volviendo digitales".
Y la dicotomía de esa sustitución de la vieja forma de hacer las cosas frente a la nueva, se está manifestando a través de lo que ahora se ha convertido en el meollo del asunto: ¿Cuál es el precio del ebook? Que, visto desde otro punto de vista, es lo mismo que preguntarse: ¿quién le pone el precio al ebook?

Los viejos actores (como el magnate de los medios Rupert Murdoch) ven con horror el precio de 10$ de Amazon. Un precio con el que comprenden que no puede sobrevivir su producto de papel, a pesar de que ganen más con la versión electrónica. Así que han decidido que su línea de defensa actual es mantener artificialmente caros sus ebooks para que no sean competencia de sus pbooks.

Pero, a su vez, la parte de la demanda del mercado también tiene algo que decir. Y lo que dicen es que incluso los 10 dólares les parecen tremendamente caros. Con lo cual, cuando oferta y demanda no se cruzan, lo que ocurre es una situación de no-mercado: no se vende. Y cuando no se vende, lo que tenemos es la crisis editorial que venimos anunciando, en todo su esplendor.

Respecto a los nuevos actores, como Amazon, ellos saben que hay mucho dinero por ganar en el mercado de los ebooks, pero no a los precios defensivos abusivos que pretenden imponer los grandes grupos editoriales. Lo han demostrado en el pulso que echaron a MacMillan, a pesar de la (aparente) derrota. A MacMillan ya se les ha unido Harper Collins (propiedad de News Corp, es decir, Rupert Murdoch) y también Hachette [1] [2], en lo que parece un levantamiento en toda regla "frente a la tiranía de Amazon", o al menos eso es como lo quieren hacer pasar. Predicción facilona: pronto veremos a todas las grandes contra Amazon. Lo que hay que entender de todo este lío es que Amazon ha actuado con una lógica empresarial aplastante: no puede enfrentarse (aun) a todos ellos unidos en un cartel (por cierto ¿el Departamento de Justicia de EE.UU. no debería estar investigando esto ya?), pero tampoco puede quedar asociado a la "vieja escuela" ante los ojos de sus clientes, pues teme —y con razón— la reacción de éstos. Así que ha hecho lo único que realmente podía: presentarse primero como el "adalid" de sus clientes, y luego sibilinamente retirarse aparentemente vencido.

A todo ésto quiero añadir que es bastante triste ver a autores haciendo de "infantería de a pie" de sus editoriales. Si bien los de Amazon no son unas hermanitas de la caridad, ni mucho menos de fiar, al menos no son el tipo de gente que se dedica a dispararse a su propio pie. ¿Han estado mal en las formas? Desde luego que algunas decisiones han sonado torpes y/o pretenciosas, pero no cabe duda que querían desmarcarse totalmente, sin que cupiera la más mínima duda, de la subida de precios: que a ellos jamás se les acusara de "connivencia con el enemigo". Este comportamiento que a corto plazo puede pasarles factura, a medio y largo plazo saben perfectamente que, teniendo los editores la batalla perdida, ellos estarán en la posición idónea para recoger los restos que queden, y a continuación monetizarlos. Me temo que algunos de estos autores que tanto han protestado son perfectos candidatos a volver mendigando a Amazon por un sitio en su catálogo.

Ni Amazon debería ser la única librería que monopolizara todo el canal de distribución (no lo es, pero los autores con su sobrereacción parece que quieren demostrar lo contrario) ni los autores tienen razón en quejarse: si MacMillan y los demás creen que lo pueden hacer mejor que Amazon (o que cualquier otra librería) y vender los ebooks a 15$, ya están tardando en abrir sus respectivas librerías y tratar de venderlos en competencia directa. ¿Por qué no lo hacen? Esa es una buena pregunta que nadie parece dispuesto a hacer, ni mucho menos a responder.

La batalla no ha hecho sino empezar, así que esperaos nuevos "partes de guerra" en el futuro. No sabemos aún si va a ser una batalla larga o corta (cruenta está descartado que va a serlo) ya que una industria donde el 40% de los libros impresos terminan convertidos en pulpa antes de ser vendidos es una industria sentenciada y condenada de antemano por el juez de la Eficiencia. En medio de la crisis global que nos azota, pueden caer con misma facilidad que caen los castillos de naipes, pese a vuestra incredulidad.

Y mientras tanto, en España ¿qué? Bueno, en España ni siquiera hemos empezando la reconversión de las librerías, así que éstas ven cada día más claro que van a ser las primeras sacrificadas en la enorme pira funeraria editorial. Me temo, que como reza la maldición china, les tocó vivir tiempos interesantes.

lunes, febrero 01, 2010

Reseña: El Enigma de la Piedra

¿Sabías que los nombres Humphrey y Onofre vienen del egipcio "Unnefer", denominación con la que suele referirse al dios Osiris? ¿Sabías que el jeroglífico de la cerveza es un cántaro, y se pronuncia "Heneket"? (¿A qué me suena eso? O:-) ). Pues cosas como ésta y muchas más es lo que se puede encontrar el El Enigma de la Piedra, un traducción un poco rara para un libro cuyo título original es Le Petit Champollion Ilustré (El pequeño Champollion Ilustrado).

El autor de El Enigma de la Piedra no es otro que el célebre escritor francés de novelas sobre el Egipto de los Faraones Christian Jacq, y su pretensión no es otra que la de transmitirnos su amor por Egipto y sus jeroglíficos, y a la vez homenajear a su genial compatriota Jean-François Champollion, padre del desciframiento de esta forma de escritura arcana y sagrada. Y en verdad que la inspiración de Champollion fue la de un auténtico genio, pues lo primero que nos enseña Jacq es la complejidad de entender una escritura que es a la vez figurativa, simbólica y fonética. A partir de ese instante, Jacq nos mostrará el "abecedario" de los jeroglíficos, y empezaremos a recorrer las palabras y expresiones jeroglíficas más comunes, mientras a la vez el autor nos introduce en los usos y costumbres, forma de pensar y cultura de los antiguos egipcios, algo totalmente ligado a la interpretación de sus "palabras sagradas".

La conclusión principal que podemos extraer de El Enigma de la Piedra es que hace falta un profundo estudio y conocimiento incluso para descifrar los jeroglíficos más sencillos. Aunque el libro quiere hacerlo simple, es imposible no percatarse de la cantidad de información a memorizar y manejar en todo momento. Y aun así, hay todavía muchos interrogantes abiertos que ni los propios egiptólogos conocen todavía. Y si todavía te queda alguna duda, las preguntas-ejercicio que de vez en cuando se plantean son suficiente para bajar los humos a cualquiera (o al menos a cualquiera que no tenga una memoria eidética).

La virtud del libro es conocer un poco más el Egipto faraónico, y apreciar la complejidad de su escritura, más allá de los habituales clichés y chanzas sobre pájaros y "hombres haciendo así". Una lectura a ratos entretenida, a ratos un pelín pesada, que hará las delicias de algunos, y las no tan delicias del resto.

Tengo que confesar que éste libro me lo regaló mi amigo Jose Luis, y al principio no le hice mucho caso, ya que había leído una novela de Christian Jacq que me había parecido un soberano aburrimiento (el protagonista tiene bien ganado el sobrenombre de "El Silencioso", porque es más soso que el pan). Pero he de reconocerle a mi amigo que Jacq divulgando gana. Ejem, no sé si eso es precisamente un piropo para el francés, pero ahí queda dicho.