Una de horarios comerciales
Comentario reciclado a entrada de bitácora.
El País Vasco es uno de esos lugares con sobreprotección al llamado "pequeño comercio" (mucho más que en el resto de España), y sin embargo hay una librería que abre los domingos. ¿como lo hace? Naturalmente, con turnos.
No sé en vuestras ciudades, pero aquí las fábricas más importantes implantaron hace tiempo el "quinto turno", y lo normal es que la gente tenga horarios muy variables y las fiestas le caen en cualquier momento (no en fin de semana). Estamos hablando de miles de familias que viven así, y no he visto a las mismas instituciones que se rasgan las vestiduras con los horarios comerciales mover un dedo en este caso.
De todas formas, lo más jodido no es tener que trabajar un domingo, lo realmente chungo son los contínuos cambios de horario (8 días de mañana, luego 8 de tarde y luego 8 de noche) que te destrozan completamente el biorritmo, y a la larga desgastan mucho.
Sobre horarios comerciales habría mucho más que hablar. En ciertas zonas concretas (Cataluña, País Vasco, Navarra, y alguna más) el llamado "pequeño comercio" sigue siendo percibido como una fuente de votos (todos los propietarios de tiendas que ven sus negocios "amenazados" por las grandes superficies). Por eso se sigue legislando a favor de ellos y curiosamente en contra del interés del consumidor, que aun siendo mayoría, no va a ejercer un voto de castigo contra quienes promulgan estas leyes.
El pequeño comercio está obsoleto, salvo aquellos que se especialicen (y cuyo potencial cliente no se restringa a un barrio o una localidad), pero hasta que la actual generación de propietarios no vayan jubilándose y cerrando sus negocios no se va a abrir la mano de los horarios comerciales.