jueves, noviembre 09, 2006

¿Está la edición (como industria) obsoleta? (II)

Estaba leyendo la entrevista al director de Google Book Search, y me he encontrado el siguiente trozo:

P: ¿Creen que pueden salvar ustedes la industria editorial de la caída libre a la que está siendo sometida en las últimas décadas? ¿De qué modo? ¿Es posible la transición del papel al formato electrónico?

R: Como en cualquier cambio tecnológico, la industria editorial se está enfrentando a estos cambios, pero también beneficiándose de ellos en muchas ocasiones. Parece que hay que evolucionar hacia una producción 'just-in-time' [donde el proveedor debe ajustar al máximo los tiempos de entrega], como casi todas las demás industrias principales. La transición al formato digital no quiere decir necesariamente libro electrónico. Quiere decir impresión bajo demanda. Quiere decir tener la posibilidad, en un futuro más cercano de lo que pensamos, de poder imprimir un libro directamente al punto de venta, mientras nos tomamos tranquilamente un capuchino. Piensa en los gastos de almacenaje, de envíos y distribución de libros, sobre todo los que luego no se venden. Yo, como ex editor, pienso que la digitalización, lejos de destruirla, va a rescatar a la industria editorial.
Es un paso pequeño, pero es un paso. Todavía faltan muchos más que dar, lo que no sé es si Google se calla como un zorro viejo para no preocupar a la industria editorial, o simplemente no ven más allá porque no les interesa.

4 comentarios:

Salmonoide dijo...

Pues yo lo veo factible.

Imagina una libreria sin libros, sólo índices electrónicos en pantallas de consulta. El comprador llega, elige (entre una cantidad imposible por otros medios) el libro que quiere, y se lo lleva en una hora.

No me parece imposible de conseguir. Ni siquiera estoy pensando en colecciones de DVDs con millones de obras listas para imprimirse, sino en un simple conexión a internet donde la tienda descarga el ebook deseado, previo pago a quien sea*, lo imprime en una impresora especial capaz de encuadernar, y listo. Se lo lleva calentito.

Seguro que ya hay máquinas capaces de coger una maqueta de libro, y pasarlo a papel en menos tiempo del que tardo en escribir esa entrada. Luego se encuaderna a gusto del consumidor y todos contentos.

Espera para el comprador: ¿una hora?. Que es eso comparado con los "A ver si esta semana me llega" actuales?.

Inversión para el vendedor: La máquinaria capaz de confeccionar esos libros. Incluso podría no tener ni local comercial y ser sólo un punto de recogida, eligiendo y comprando por internet. Incluso podría enviarse la obra a casa, recien horneada,si no se tiene deseo inmediato de leerla.

* Ese quien sea podría ser el propio autor, que tiene en su misma casa (o en un host externo) su libro disponible para estos nuevos editores. O una sociedad de autores (nada que ver con la actual)

PD.- Creo que se me está llendo un poco la olla

Javier Cantero dijo...

No creas, no se te va la olla. El asunto está en que es difícil que cambie el canal actual por sí solo, cuando hay tantos intereses viviendo de él. Es más fácil que surja un canal nuevo que, siendo más rentable o más cómodo, fagocite al antiguo.

Impresoras que encuadernan ya hay. Lógicamente son caras pero si hay negocio se amortizan rápidamente. Lo que todavía no hay son obras puestas a disposición a través de ese sistema. El tema este de lulu.com era prometedor en ese sentido, pero o se ponen las pilas en el tema de la logística, o será una nueva buena idea fracasada por una mala realización.

Otro tema en el que hay que reciclarse es en la cuestión de "ver antes de comprar". Hay demasiada paranoia con eso, pero la verdad, o puedo comprobar el producto que compro (lo mismo que hacemos en la frutería, por ejemplo) o no me interesa. No voy a arriesgarme a comprar algo que parecía muy prometedor pero luego es una mierda pinchada en un palo. Ahora mismo podemos hojear (y ojear) un libro en la librería --al menos yo sólo compro en las que puedo hacer eso--, y hacernos una idea de si nos interesa adquirirlo o no. Si no hay equivalente, es un fuerte escollo para que un sistema de impresión bajo demanda funcione.

Iñaki Arenaza dijo...

Veo en mi bola de cristal (esa que siempre se ve borrosa y nunca acierto con el vaticinio), que la industria editorial tal y como la conocemos desaparecerá en no tanto tiempo.

Lo digo porque si el modelo que se está planteando aquí ('edición/impresión bajo demanda') se pone en marcha (y lulu.com es sólo el primero de la ola, pero hay más iniciativas como esa en marcha -he conocido esta semana de primera mano los planes de otra gran empresa de reprografía de entrar en ese mismo mercado-), entonces ¿qué aporta la editorial? ¿No puede directamente el autor poner sus obras a disposición de las imprentas y saltarse los intermediarios que no aportan apenas valor añadido y sí costes extra? (hablo siempre del nuevo modelo, no del actual en el que aportan difusión, estockage y logística).

Vamos, poco más o menos lo que ya está empezando a ocurrir a una escala considerable en el mundo de la música (aunque los actuales mandamases del chiruinguito se revuelvan como gato panzarriba).

Saludos. Iñaki.

Javier Cantero dijo...

Pues... hola.