viernes, julio 31, 2009

Inflación o deflación

¿Que pasaría si todo, absolutamente todo lo que esté nominado en euros, por ejemplo, se multiplicara por 10 su valor? Y cuando digo todo, me refiero no sólo a los precios, sino también a los ingresos, ahorros, incluso el valor de los billetes y monedas de curso legal? Desde el punto de vista eminentemente matemático, tendríamos de repente una inflación del 1000%. Sin embargo, la intuición nos dice que en la práctica económica no sucedería ningún cataclismo. De hecho no sucedería absolutamente nada, excepto que utilizamos una moneda con un cero más. Los mileuristas serían diezmileuristas, pero las cañas costarían 12, 13, 15 euros. Y las viviendas millones de euros. Como dice el refranero: "lo comido por lo servido".

Realmente no es que exista una inflación, sólo hay un cambio de unidad de medida. Si hiciéramos el mismo razonamiento pero dividiendo por 10 en vez de multiplicando, tampoco sería real la deflación del 90% matemáticamente obtenida. Eso sí, ya no nos valdría usar 2 decimales (céntimos), sino que nos haría falta un tercer decimal. Históricamente, los países han ido cambiando sus monedas a medida que la inflación hacía que las cifras a manejar fueran absurdamente grandes, para ajustarlas a una banda "psicológicamente" más adecuada. Un caso aberrante es el que sucede actualmente en Zimbabue, pero incluso las monedas europeas, al cambiar al euro, han aprovechado para normalizar su valor.

Con todo esto lo que quiero decir es que la inflación o la deflación en el mundo real no es un tanto un problema de valores absolutos de precios como de cambio entre las relaciones entre los precios y los ingresos*. Pongamos otro ejemplo. Supongamos que en dos países hipotéticos: la República Independiente de Barbate, tienen como moneda el chiquitistaní, y el Reino Unido de Arnor y Gondor, cuya moneda es el elendilí. El sueldo medio de la RIB y del RUAG son 100 chiquitistanís y 100 elendilís respectivamente, y el menú básico de una persona al día es también análogo: de 1 chiquitistaní y 1 elendilí respetivamente. De repente en la RIB hay una inflación galopante que pone los precios del menú básico en 1,50 chiquitistanís (+50%), mientras que el sueldo medio pasa a ser de 125 chiquitistanís (+25%). A la vez, en la RUAG, la deflación campa a sus anchas, y los sueldos han descendido a unos míseros 75 elendilís (-25%), pero el menú básico a base de frutas del bosque y conejo asado con hierbas, cuesta ahora 0,60 (-40%) elendilís. Lo que realmente se ha producido es un reescalado entre los precios y los ingresos: en ambos casos eran 100:1 en el caso de partida, pero tras la inflación en la RIB la relación pasa a ser de 125:1,5 o lo que es lo mismo: 83,3:1, lo que quiere decir que donde antes podía comprarse 100 comidas con el sueldo de 1 mes, ahora sólo se pueden comprar 83,3. En el caso de RUAG, esta relación ha pasado a ser 75:0,60 o lo que es lo mismo: 125:1. En la RUAG, ahora se compran 125 comidas con el sueldo de un mes, así que, a pesar de la deflación aparente, la situación ha mejorado.

Podría haber utilizado un ejemplo en el que la inflación fuera más favorable que la deflación, todo es cuestión de poner las cifras a nuestro gusto para que la relación entre lo que se incrementan los precios y lo que se incrementan los salarios sea favorable al ejemplo que queremos mostrar. Al punto al que quiero llegar es que la inflación o deflación entendida como variación de precios no son ni buenas ni malas en sí, sino que lo son en relación al aumento o la pérdida de poder adquisitivo en el mismo periodo de tiempo. Una deflación no tiene por qué ser mala, si nuestros ingresos se mantienen más o menos y los precios en cambio caen bastante más. A su vez, una inflación donde los precios crecen poco, pero que los sueldos crecen aun menos, es peor porque estamos perdiendo poder adquisitivo a medida que la relación entre precios e ingresos aumenta.

En esta crisis, una de las grandes preguntas que se están debatiendo continuamente es: ¿inflación o deflación? ¿que va a ocurrir? ¿entraremos en una espiral deflacionaria de funestas consecuencias, o se producirá una alta inflación a base de darle a "la máquina de hacer billetes"? Bien pues mi respuesta no solicitada a esta pregunta es que, primero, inevitablemente se va a producir una pérdida de poder adquisitivo, sea por el lado inflacionario o por el deflacionario. Nuestra capacidad para adquirir los productos de "mayor necesidad" se verá erosionada, y por mayor necesidad entiendo los productos básicos (alimentación, vestido, calzado, ...) y sobre todo la energía. Es decir, ganaremos lo mismo para comprar comida y combustible más caro, o ganaremos menos para comprar comida y combustible al mismo precio. O, lo que es más probable, una mezcla de ambas: ganaremos menos para comprar comida y combustible más caros. En la última forma los precios no parece que crezcan tanto, y tampoco hay una deflación nominal (al menos no muy fuerte), "escondiendo" así la relación de pérdida de poder adquisitivo habida (escondiendo hasta cierto punto, porque nadie es tonto).

Y segundo punto: la deflación, al menos por un periodo, es inevitable, a pesar de las "inyecciones de dinero" que se puedan estar haciendo (la famosa metáfora de la "máquina de hacer billetes"). La razón es que la inflación o deflación, a pesar de todas las teorías monetaristas que queráis presentarme, con lo que sí está relacionado más que con la M3 es con el paro.

Se dice que cuando hay inflación, los sueldos suben. La realidad es que cuando se está en una etapa expansiva donde se demanda trabajo y no hay suficiente gente para cubrirlo, la pugna por acaparar el factor trabajo empuja a los sueldos al alza inevitablemente. Pero los sueldos al alza es una respuesta directa a la mayor demanda de empleo, no al aumento del precio de las cosas. Por eso es totalmente lógico que en el caso inverso de gran oferta de empleo y reducción de la demanda (es decir, con una gran tasa de paro), los sueldos, por la propia competencia entre candidatos a ser empleados, se vean forzados a la baja. Y con los sueldos (medios, no casos puntuales) a la baja, los precios (medios) se verán forzados a la baja o, si se mantienen, por la curva de oferta y demanda, se producirá un descenso del consumo de ese producto/servicio que llevará a más despidos, mayor paro, y una nueva vuelta a la espiral deflaccionaria. El resultado final de la espiral incidirá sobre todo productos/servicios superfluos (que desaparecerán o se convertirán en algo extravagante o de lujo) mientras que los productos/servicios de mayor necesidad, de los que es más difícil prescindir, bajarán de precio al ritmo de una mayor optimización, eficiencia, y aumento de la productividad (en este último caso significará habitualmente menos gente para hacer el mismo trabajo, con lo que también se generará más desempleo y nueva realimentación a la espiral deflacionaria, aunque es de suponer que en menor grado). Un tercer grupo, el de los precios que estuvieran artificialmente sobrevalorados, se hundirán irremediablemente.

¿No podría evitarse la deflación aumentando los ingresos aunque no aumenten los sueldos? Bueno, es lo que se ha estado haciendo hasta ahora para ocultar la pérdida de poder adquisitivo de los últimos años: recurrir al crédito para complementar los sueldos. Hasta que el abuso del mecanismo ha estallado. Otra forma puede ser efectivamente, inyectar dinero. El problema realmente es dónde inyectas ese dinero. Mediante qué mecanismo ese dinero llega al bolsillo del que necesita complementar su sueldo, sin que se quede atrapado en la espiral de deudas. El mecanismo Keynesiano es aumentar la demanda de trabajo mediante el gasto público que rompa la espiral. Pero es un mecanismo que el propio Keynes sabía falso, porque no era sostenible a largo plazo ("a largo plazo todos estaremos muertos") por las propias deudas generadas en inversiones no amortizadas. Hizo falta una devastadora guerra, la Segunda Guerra Mundial, para que la combinación de menor mano de obra y una acuciante necesidad de reconstruir infraestructuras e inversiones productivas encarrilaran de nuevo la economía. Hoy en día, cuando China necesita dar trabajo cada año a 25 millones de trabajadores nuevos, en un entorno globalizado donde todos los trabajadores del mundo compiten por que su país/región/ciudad se lleve el poco trabajo que haya, es difícil imaginar que pueda crearse una necesidad de fuerza laboral tal que lleve a 6.600 millones de personas a trabajar, y el "evento de extinción" análogo al 2GM tendría que ser de tal calibre que es mejor ni pensarlo. El futuro no pintaría nada halagüeño, en cualquiera de los dos casos.

Salvo descubrimientos (muchos) improbables, que cambien completamente el tablero de juego, a lo que nos encaminamos es a una lenta pero inevitable depresión con deflación (Escenario 1), salvo que caigamos muy rápidamente para luego recuperar y mantenerse luego en pendiente descendente (Escenario 2). El Escenario 1 es el más lógico, pero el Escenario 2 se adapta más a la psicología humana (fases de negación-ira-negociación-depresión-aceptación).
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* consideraré ingresos no sólamente los sueldos, sino cualquier otra fuente de la que obtener dinero

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